Érase una vez un niño llamado Manuel, era muy egoista creía que todo el mundo giraba al rededor de él. Un día oyó a un grupo de niños hablar de un camino que llevaba a una montaña y según ellos, al caminar por él, ibas consiguiendo premios y regalos, que para él eso era lo único que importaba en su vida. Entonces, sin pensárselo dos veces, se puso en marcha a la montaña.
Manuel no se preocupó por la comida porque también había oído hablar de que ahí había una farmacia,bares, restaurantes y muchos sitios donde comprar herramientas. A lo lejos se veía llorar a una modelo que debía de estar en la pasarela, pero lo que le impidió estar allí fue que se le rompió el tacón y entonces ella le ofreció unas entradas para un desfile. Se lo arregló y siguió contento al saber que era verdad lo que decían aquel grupo de niños. Después de un momento,vio a un señor que necesitaba hacer un informe sobre lo que debían vender porque no les hacía falta. Entonces se le estropeó la impresora y le dijo a Manuel que por arreglársela le daba vales de descuento en cualquier juguetería de la montaña y Manuel se la arregló con mucho gusto y continuó con su camino.Contento por haber conseguido esos premios se encontró a un niño llorando y le preguntó que qué le pasaba y lo que le daría a cambio si le ayudaba, el niño llorando le dijo:
-Me duele mucho la tripa y no tengo nada para darte a cambio-dijo él mientras lloraba.
-¡No hay trato,si no me das nada a cambio no te ayudo!-dijo Manuel mientras se alejaba poco a poco. Manuel se alejaba pero oyó los llantos y sollozos del niño y se fue a la farmacia de la montaña y pidío el mejor jarabe ofreciéndole las entradas y los vale de descuento. Fue corriendo donde el niño sabiendo que lo estaba pasando mal y le dijo que se tomara el jarabe. El niño tardo poco en llegar a la cima y se quedó sin nada, pero paso por su mente las caras de las personas a las que había ayudado y supo que lo que ganó fue sentimientos como la amistad, la bondad, la alegría y amor hacia todas las personas.
FIN
Kevin Garnica